Enfemedad mental en homeopatía


Dr. Carlos Medina*


Comenzaré éste trabajo con la idea de analizar el concepto de enfermedad mental en homeopatía. .Para esto los Par 210 a Par 230 del Organon, son de referencia y consulta clásicos. También las observaciones y  trabajos del Dr. Jahrr, en  su libro “Enfermedades Mentales y su tratamiento homeopático” editado en Paris en 1835 (recordemos, discípulo y contemporáneo de Hanhemann, publicó un repertorio muy famoso en su época).En último término a conceptos de la Homeopatía Previsible del Dr. Prafull Vijayakar . Trataré de desarrollar sintéticamente éstas aproximaciones y comparar  conceptos de la psiquiatría actual. Resumidamente, trataré de definir los alcances de la homeopatía en el tratamiento de la enfermedad mental  en la actualidad.

Veamos entonces para comenzar, el Par. 210. “A la psora se refieren casi todas las enfermedades que otras veces he llamado “parciales”, y que parecen más difíciles de curar en razón de éste mismo carácter que consiste en que todos sus demás accidentes desaparecen ante un gran síntoma predominante y único .De éste carácter son las llamadas “enfermedades mentales”.No obstante no constituyen una clase marcadamente separada de todas las otras, pues en las enfermedades corporales siempre se modifica el estado mental.
Par 211. El estado moral del paciente determina a menudo la elección del remedio homeopático, siendo un síntoma decididamente característico y que entre todos es el que menos puede permanecer oculto a la observación exacta del médico.
Par 213. Nunca, pues, se curará de un modo conforme a la naturaleza__es decir,__homeopáticamente, mientras que en cada caso individual de enfermedad, aun cuando sea aguda, no se atienda simultáneamente con los otros síntomas, los que se relacionan al cambio mental y moral, y no se elija para aliviar al paciente, un medicamento capaz de producir por sí mismo, no solamente síntomas semejantes a los de la enfermedad, sino también un estado del carácter y mental semejante. Así el Aconitum rara vez o nunca produce una curación rápida y permanente cuando el humor del enfermo es quieto, apacible y equilibrado; ni la Nux Vómica cuando el carácter es suave y flemático, ni la Pulsatilla cuando es feliz, alegre y obstinada, o la Ignatia cuando es imperturbable y poco dispuesto a sufrir por sustos o penas.
Par 215  .Casi todas las llamadas enfermedades mentales y emocionales no son más que enfermedades corporales en las que está acrecentado el síntoma de perturbación de la mente  y el  carácter, mientras que lo síntomas físicos  declinan( más o menos rápidamente) hasta llegar a alcanzar la unilateralidad más notable, como si fuera una enfermedad local situada en el órgano sutil e invisible de la mente o el carácter .En el libro “90 medicamentos Homeopáticos”, quizás la primera Materia Médica de Hanhemann, podemos observar que en el desarrollo de los respectivos medicamentos, comienza con un breve comentario general y luego, lo que él llama “ estado moral.” Para Alúmina por ejemplo dice: Morosidad. Timidez. Inquietud (poltronería).Aversión al trabajo. Irresolución. Dificultad de pensar. Luego pasa a describir síntomas de cabeza, ojos, oídos, nariz, etc. etc.
En Amonium Carbónicum el estado moral : Poltronería; desobediencia, indocilidad; disgusto de la vida; agitación por la tarde; inquietud; ansiedad con debilidad; disminución de la facultad de pensar.  En Anacardium , carácter hipocondríaco, moroso; desaliento; misantropía; ansiedad; temor de una muerte próxima; carencia de sentimiento moral(inhumanidad, dureza de corazón); estado como si el enfermo tuviera dos voluntades opuestas; estado como si el alma no estuviese en relación con el cuerpo.
Calcárea Carbónica. Abatimiento; propensión a derramar lágrimas; morosidad con pesadez de piernas; ansiedad con sudor; ansiedad continua; ansiedad y escalofríos al anochecer; ansiedad producida por pensamientos; ansiedad por la narración de crueldades; sobrexcitación nerviosa extrema; gran disposición a asustarse; accesos de desesperación a causa de la falta de salud, gran susceptibilidad; egoísmo; indiferencia; dificultad de pensar:
Es interesante observar entonces que, bajo la denominación de “estado moral” Hanhemann describía los síntomas mentales más destacados del medicamento en cuestión, de modo tal que, volviendo a los Par 210, 211,213, se trataría de términos afines que describen características morales y/o mentales de los enfermos, aquello que el médico no puede dejar de considerar a la hora de elegir un medicamento.
 Entonces vamos observando cómo  era para Hanhemann la “enfermedad mental” en su época, y como éste  concepto se amplía y  modifica  con los aportes, a mediados del siglo 19,  de la escuela alemana y francesa de psiquiatría , que comienzan a delimitar  su campo.  Recordemos que  en 1835 Jahrr , discípulo y contemporáneo de Hanhemann, en su libro “Enfermedades mentales, su tratamiento homeopático” llama la atención  haciendo  un pormenorizado análisis de las diferentes enfermedades mentales de acuerdo a la comprensión y observación de su época, recomendando la lectura de los más avanzados autores de entonces. Es oportuno señalar aquí que la complejización y el desarrollo de los modelos sociales y económicos, son, entre otros, los causales de la aparición de enfermedades mentales, que expresan el fracaso de los mecanismos de defensa de los sujetos susceptibles a ellos. La enfermedad mental parece entonces aún más “defectiva”es decir cada vez más mental y menos corporal, con lo cuál su tratamiento homeopático se dificulta.
Es por ello entonces, que a partir de éstos  factores mencionados, que sin duda han estimulado  el desarrollo de la psiquiatría moderna, del psicoanálisis ,y de todas las corrientes de pensamiento que han tratado de desentrañar el misterio que rodea al  enfermo mental  desde  los tiempos más remotos, resulta llamativo el enfoque que desde una homeopatía que podemos llamar clásica,  se entiende   a la enfermedad mental, de acuerdo a aquellas primeras aproximaciones del Organon, en dónde la enfermedad mental era expresión de la sora desarrollada. Hoy la enfermedad mental depende además  fuertemente de las supresiones que se realizan con los potentes psicofármacos en uso,  de la supresión de otras afecciones , presentándose de un modo sustancialmente diferente al  de aquellos tiempos . Hoy, cuando a nuestros  consultorios acuden pacientes con problemas endocrinos, metabólicos, cardiovasculares, cánceres, etc, el médico necesita conocer la clínica de los mismos, observar su evolución y el pronóstico a través  de los parámetros del laboratorio, estudios complementarios, evolución miasmática, etc. Por eso en el seguimiento del paciente mental, es importante destacar que lo que el médico homeópata no debe perder de vista en ningún momento, es la evolución en el enfermo de la Ley de Curación. Sin ella, toda especulación con respecto a cualquier prescripción, correrá el riesgo de obstaculizar la curación, induciendo al médico a prescripciones erróneas.” El medicamento homeopático “similimum” bien indicado y bien esperado en  el desenvolvimiento profundo de la reacción curativa que provoca, es capaz de desbloquear los contenidos inconscientes suprimidos y restaurar la ley de curación, que seguramente será acompañada por el llamado cambio de actitud, que ahora podemos asociar al desandar miasmático de la enfermedad. (Pasquero. Homeopatía. “La ley de curación frente a la supresión de los síntomas)                                                   
Es absolutamente imprescindible que, antes del ejercicio de la clínica, el homeópata tenga una profunda formación filosófica sobre la convicción y fe de la doctrina médica que sustenta la homeopatía. Muchos médicos y muchas escuelas de homeopatía han fracasado por anteponer la clínica a la asimilación de los principios fundamentales. En los Estados Unidos, cuna de tantos preclaros maestros de homeopatía, sobrevino la decadencia de la medicina hahnemaniana, cuándo ellos mismos pusieron el acento de sus clases en mostrar los diversos aspectos de la clínica con el  éxito o el fracaso de los casos tratados, pero sin inculcar, con la vehemencia que corresponde, el conocimiento profundo y la vigencia en cada enfermo de la Ley de Curación.(Pasquero. “La Ley de Curación frente a la supresión de los síntomas”)
 Cuándo se trata del  enfermo  mental, muchas veces se soslayan éstos elementos, se los desconocen, o a veces, lo que es peor, se los confunde, tratando entonces a éstos enfermos de un modo errático .
Pareciera que el abordaje del enfermo mental, del loco digamos, es una experiencia inquietante para el médico, que a veces intenta defenderse de la misma  para no angustiarse frente a su paciente.. La enfermedad mental no es la locura. Y la locura no siempre se nos  muestra como “enfermedad mental”. No estaría de más decir que actualmente el tratamiento de los trastornos mentales posee un enfoque integrativo y multidisciplinario, en  el que participan psicólogos y psiquiatras, trabajadores sociales, terapeutas ocupacionales y otros profesionales.(acompañantes terapéuticos arte terapeutas). Y también homeópatas.
 Hoy es más frecuente que el homeópata reciba en su consultorio a pacientes con sintomatología  de tipo borderline, es decir, que no responden definidamente a parámetros sicóticos, tampoco son neuróticos, se expresan con dificultad en cuánto a la verbalización de  sus síntomas, a veces referidas cómo sensaciones “como sí”; con ausencia de síntomas generales , son pacientes  poco permeables a  la psicoterapia, con un yo debilitado, que muchas veces mejoran gracias a  la  dedicación y el tiempo que les dedica el médico homeópata, a diferencia de la poca paciencia y simpatía  que éstos pacientes despiertan en el mundo alopático. .Los resultados terapéuticos homeopáticos con ellos son inciertos .
 Pensemos en el enfermo mental que  nos muestra la siguiente sintomatología.
 Esquizofrenia.                                                                                                                                                                               
Es la psicosis crónica por excelencia, de mayor incidencia y conocida por el médico, por lo que el homeópata debe conocer sus lineamientos generales para no incurrir en errores groseros de diagnóstico y tratamiento. Se caracteriza por una transformación profunda y progresiva de la persona, quién cesa de construir su mundo en comunicación con los demás, para perderse en un pensamiento autístico, es decir, en un caos imaginario. Se trata de un trastorno en los que dominan la discordancia, la incoherencia ideoverbal, ambivalencia, autismo, ideas delirantes y  las alucinaciones mal sistematizadas y perturbaciones afectivas profundas, en el sentido del desapego y de la extrañeza de los sentimientos, trastornos que tienden  a evolucionar hacia una  disolución de la personalidad.
En cuanto a la etiología de la enfermedad mental, podemos decir que, están determinadas multifactorialmente, integrando elementos de origen biológico(genético, neurológico,...),ambiental (relacional, familiar, psicosocial,...) y  psicológico (cognitivo, emocional,...), teniendo todos estos factores un peso no sólo en la presentación de la enfermedad, sino también en su fenomenología, en su desarrollo evolutivo, tratamiento, pronóstico y posibilidades de rehabilitación. Destaco  la coincidencia de múltiples autores respecto a la vinculación genética de la esquizofrenia en particular y a la enfermedad mental en general. Por eso la Homeopatía Previsible y la búsqueda del Simillimun Genético Constitucional.

La Homeopatía Previsible:  El aporte de la Tabla de Supresión Miasmática que hace el Dr. Prafull Vijayakar nos orienta en la búsqueda del Simillimun Genético Constitucional, que en los enfermos mentales permite un abordaje terapéutico más seguro utilizando éstos recursos. Más seguro, que no es poca cosa, pero que tampoco garantiza resultados.
De acuerdo a la tabla de supresión miasmática, y en acuerdo a lo que expresa Hanhemann en el par. 210, la psora está implicada en el comienzo de la enfermedad mental. Para Prafull, se trata de un disturbio que implica  los niveles superiores(5° a 7°) Código Genético Psora. Por supuesto que las supresiones tanto de origen medicamentoso cómo las que ocurren en la profundización de la enfermedad crónica  pueden dar manifestaciones miasmáticas diferentes de acuerdo a las diferentes constituciones. Hasta alcanzar la unilateralidad más notable.
Para prescribir  el Simillimum Genético Constitucional será preciso entonces tomar cualidades del paciente que forman sus características innatas, en las que se muestra el código genético. Éstos síntomas deben ser de naturaleza no enferma, rasgos naturales, y no síntomas clínicos.
Para investigar entonces los  síntomas genéticos constitucionales en nuestro paciente, deberemos recurrir en primer lugar a la observación de los síntomas objetivos como el primer paso para una buena prescripción. El valor de los mismos reside en que ellos no pueden ser impedidos ni inventados por los pacientes, el paciente no los percibe, mostrando entonces valiosa información sobre la naturaleza y el carácter heredado del enfermo, que forman parte de la totalidad del caso, especialmente en los casos crónicos. Requiere del médico un entrenamiento muy especial y una mente libre de prejuicios como quería Hanhemann. La Dra. Anita Salunkhe de la Homeopatía Previsible nos dice  que la mayor parte de los casos que trata en psiquiatría, eran casos suprimidos. Cuando tratamos la enfermedad corporal de manera incorrecta, con un remedio similar, por ejemplo. Allí el paciente puede hacer un cuadro psiquiátrico y eso es unilateral. El significado de unilateral es el desvío de toda la enfermedad física, corporal, hacia lo mental. Ella considera muy importante observar la disposición del paciente, es decir su modo de reaccionar. El Dr. Prafull dio un buen ejemplo de un caso en Bombay, dónde un tren se incendió y dónde cada persona reaccionó de una manera diferente. Tenemos que ver las reacciones de las personas. En la Homeopatía Previsible la naturaleza genética debe ser observada como la actitud, tolerancia, la sensibilidad, los instintos, la velocidad, el intelecto, además de los generales, como los termales, la sed, sueño, apetito, la tolerancia al sol, la luz, los ruidos, etc. Además considera importante distinguir si se trata de esquizofrenia, demencia, trastorno obsesivo-compulsivo, neurosis, histeria. Es allí dónde debemos hacer hincapié, ya que el modo de abordaje será distinto en cada caso. Con frecuencia en éstos pacientes aparece el miasma sifilítico y es de suma importancia distinguirlo. Fuera de control, lamentación, perversión, suicidio, ilusiones, alucinaciones, fisonomía distorsionada, responde de forma grosera y abrupta, áspero, insomnio, destructivo, rabia, ira, fuera de control, cambiar rápidamente de un tema a otro, auto mutilación, fuerza aumentada. Debemos entender aquello que en el paciente está fuera de control, es decir el estado de disposición del paciente. Otras rúbricas psiquiátricas sifilíticas, por ejemplo, conversar solo(con si mismo), conversación irracional, aversión a responder, respuestas incoherentes, respuestas desconectadas, formulación de preguntas imaginarias, morderse a sí mismo, morder objetos, risa involuntaria, continua, descontrolada ,las insanías, los delirios, son sifilíticos.  En el trabajo leído en el Taller “Incorporando Experiencias”, del Dr. Prafull Vijayakar, se cita allí un trabajo del Dr. Vithoulkas “La ciencia de la Homeopatía”en el cuál define a la Constitución cómo  ---------------------------------------------------------

                                                                                 
“la herencia genética moderada o modificada por nuestro entorno”, esto es, la estructura fundamental de una persona, su estado de salud, y  su temperamento. Básicamente, una constitución fuerte es aquella que puede sobrellevar considerables presiones sin enfermarse. Una constitución débil es aquella que tiene una susceptibilidad aumentada a enfermar. La manera en que la constitución se defiende a sí misma es el miasma de ésa constitución particular.
Constitución es entonces la estructura básica de la persona. Allí se expresa el rasgo genético dominante(genotipo). La descripción de su psique.  Se manifiesta en el momento del nacimiento y es influida por la herencia  miasmática (el miasma que se exprese en ése momento, dependiente del  heredado de los padres) Esto influirá en toda la apariencia física, modo mental, forma de enfermarse y el modo en general. La constitución   no es fácil de cambiar pero puede hacerlo a lo largo de los años, cómo los mentales, la sed, termales, la estructura.
La disposición es la naturaleza, el carácter como temperamento, su modo de reaccionar. Así tendremos las diferentes disposiciones incluidas  en cada constitución en particular .También depende de la influencia miasmática, tanto en lo mental  cómo en reacciones y actitudes. La disposición puede sufrir cambios con el avance de la enfermedad y con supresiones. Puede cambiar o variar durante el curso del tratamiento.
Ernst Kretschmer (1888-1964) medico, neurólogo y psiquiatra alemán, conocido por sus investigaciones sobre las relaciones entre la constitución corporal y el carácter. La constitución corporal era definida como la totalidad de todas las peculiaridades individuales que pueden relacionarse con la herencia, es decir, que poseen base genética.
Podemos definir de acuerdo a Kretschmer, entonces al temperamento cómo la actitud afectiva total de un individuo, en la que se destacan dos notas esenciales. 1° la sensibilidad, es decir, la capacidad de ser influido por las cosas. La pregunta entonces será: a que cosas es sensible? El temperamento entonces es natural: lo que el hombre es. Depende de la herencia biológica. Está dentro de la constitución. Depende de la herencia miasmática.
En segundo lugar, el impulso: es la capacidad dinámica de volcarse a la acción.
La pregunta será entonces, como reacciona.? Entonces, a que cosas es sensible y  cómo reacciona frente a  ellas.
El carácter es el coronamiento de las manifestaciones de una persona, el trazo que subraya, el cuño personal de la conducta de un individuo frente al mundo y a sí mismo. Es moral : lo que el hombre debe ser .Se realiza por un esfuerzo de la voluntad. Exige un permanente intercambio con el mundo circundante.
El carácter no es un modo cambiante de querer,  es el aspecto más permanente de la voluntad, es aquello que nos caracteriza, que nos define, que nos hace reconocible ante nosotros mismos y los demás.
Por esto, Constitución es algo con lo que uno nace, al igual que el Temperamento. La Disposición está dentro de la Constitución, así cómo el Carácter estaría  dentro del Temperamento.                              

Marcelo Candegabe “Aproximaciones al psiquismo en homeopatía” Bases y fundamentos de la Doctrina y la Clínica Médica Homeopáticas.                                                                                                     

Para finalizar quiero destacar que en el abordaje de pacientes psiquiátricos siempre deberemos aguzar especialmente nuestros sentidos, en especial la escucha y la observación cuidadosa del enfermo en su conjunto. Los pequeños cambios deberán considerarse especialmente ya que representan modificaciones dentro de estructuras rígidas, que han sido sometidas a supresiones medicamentosas que han empeorado su respuesta vital.
Entiendo que el enfoque de la Homeopatía Previsible es superador para con éstos pacientes especialmente, y que ello se debe a una inteligente relectura del Organon y de toda la obra hahnemaniana a la luz de los avances científicos en las ciencias médicas de los últimos 200 años.

*Dr. Carlos Medina

médico psiquiatra; homeópata unicista, egresado de la E.M.H.A;  www.psiquearte.com.ar